La participación de las mujeres en política es una deuda pendiente de los partidos políticos en los procesos electorales presidenciales, diputadiles y municipales.
Conozcamos a dos limonenses que aspiran a un puesto en la Asamblea Legislativa durante esta campaña.
Katherine Moreira Brown

Segundo lugar por Limón, Partido Liberación Nacional
Desde que estaba en la escuela aprovechó su liderazgo para crear un partido político que recogiera las inquietudes de sus compañeros. Fue la primera barrera que le tocó romper: la del adultocentrismo que suele gobernar el microcosmos de la enseñanza primaria.
A partir de ahí fue subiendo peldaños, mediante otro partido político en el colegio y uno más en la universidad. Su mamá, doña Roena, es jefa de hogar (así doña Katherine conoció en persona cómo funcionan los mecanismos de abandono del patriarcado) y es la mayor de tres hermanos; le siguen Lincoln y Sigourney.
Decidió ser candidata a diputada cuando vio que los nombres de siempre (y además nombres masculinos) se alternaban para acaparar los ámbitos de poder. “No veo por qué tienen que ser siempre los mismos”, preguntó, y con paciencia forjó un movimiento que ahora la tiene dentro de la papeleta.
Katherine posee un título en Administración de Negocios y otro en Comercio Internacional. Dirige su propio negocio, un restaurante de comida caribeña, y también es administradora de un centro de distribución de bebidas. Sin embargo, en estos meses su agenda está copada por el proceso electoral; como parte de la campaña, visita los cantones limonenses con la misma pasión que un día se paró al frente del aula y les dijo a sus compañeros de escuela que su voz también merecía ser escuchada.
María Marta Carballo Arce
Candidata al primer lugar por Limón, Partido Unidad Social Cristiana

Profesional en salud, con especialidades en nutrición y terapia física. Lleva años alternando la atención de pacientes en ambas carreras con su faceta política: fue coordinadora de Neurodesarrollo en el Servicio de Neonatología del Hospital Tony Facio de Limón, y al mismo tiempo ocupaba una curul de regidora en la municipalidad de ese cantón.
Tiene 38 años, una edad muy joven para la política, pero ya acumula callo gracias a sus labores como delegada de la Provincia de Limón ante el Partido, Vicepresidenta del Comité Nacional de Trabajo y Apoyo de la Juventud del PUSC y Miembro del Directorio Político de esa agrupación.
“Las mujeres en política tenemos grandes retos, como ganar más espacios de participación, porque seguimos teniendo la situación cuesta arriba. Si no fuera por las leyes de paridad, los hombres seguirían ocupando la mayoría de los puestos. Por eso estoy trabajando con las mujeres limonenses”, reflexionó.
Mientras tanto, busca la oportunidad de llegar a la Asamblea Legislativa, pero sigue estudiando para ampliar su horizonte como especialista en salud: ya es egresada en la Maestría en Estimulación Temprana, porque la política no es todo en la vida.
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